martes, 21 de junio de 2011

PERFIL DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE LA INDIA

Durante el transcurso de los últimos meses la política exterior de la India ha estado muy activa (aunque diríamos que es lo normal para el gigante asiático que constantemente fortalece o crea relaciones económicas a lo largo de todo el mundo, no en vano las relaciones con países latinoamericanos –sobre todo con Brasil- están empezando a fortalecerse debido a que el país requiere encontrar con cierta urgencia quien le provea de alimentos para su inmensa población) y han ocurrido situaciones que de alguna manera condicionarán el futuro de las relaciones internacionales de esta nación. Para la India es un “paso adelante” el hecho de haber “descongelado” las relaciones con China, que se habían visto afectadas desde el año pasado debido a que, según India, el país no le garantizaba una visa adecuada a su entonces comandante del Ejército del Norte para viajar a Beijing. La reanudación de las relaciones es alentadora para ambos países teniendo en cuenta que China es el mayor socio comercial de la India y viceversa, además se trata de las dos principales naciones emergentes del mundo. Según lo observado durante los últimos tiempos podría decirse que la India ha elegido la alianza en asuntos comerciales y económicos, y la neutralidad en asuntos políticos en su actuar con el resto del mundo y aunque, como lo diría Frederic Pearson y Martin Rochester[1], “las escogencias o preferencias se hacen cada vez más complicadas”, es claro que la India posee una política exterior con objetivos claros que busca con frecuencia alianzas comerciales con acentúo en Asia. Sin embargo las relaciones de la India con Pakistán, otro de sus vecinos, no son las mejores, lógicamente siempre ha existido un clima tenso entre estos dos países, casi que desde antes del nacimiento de ambos; pero es clave registrar que últimamente se han presentado roces ocasionados por maniobras navales en aguas del Océano Índico. Notoriamente es un hecho que enturbia el trabajo que se ha hecho para reanudar por completo las negociaciones de paz entre ambos países.
Ahora hagamos referencia también a lo que sucede entre Nueva Delhi y Washintong, pues muchos analistas internacionales han dicho que la relación podría estar pasando por una crisis pues hay varias situaciones que se pueden citar: En el contrato para la adquisición de 126 aviones de combate medios polivalentes no estarán las estadounidenses Boeing y Lockheed Martin. La abstención de la India en las votaciones del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas sobre el caso Libia. Aunque el malestar de Estados Unidos frente a los anteriores casos es notable, otro grupo de analistas minimizan la alerta de crisis argumentando que el caso de los aviones tiene poca importancia y que el caso de la negación de India a votar en el Consejo de Seguridad es más bien la antigua estrategia de la neutralidad (como lo decíamos antes, India prefiere neutralidad en temas políticos “Pearson y Rochester: Mediante el mantenimiento de una conducta de bajo perfil, los neutrales pueden  evitar algunos de los problemas asociados con las alianzas”) pues no son pocos los dirigentes indios que prefieren no parecer muy cercanos a Estados Unidos para así alejar la sensación de “sumisión” dentro del pueblo indio, cosa que paradójicamente podría propiciar una relación bilateral mucho más sólida a mediano plazo.
Vamos a explicar un poco el argumento del comienzo que hablaba de una India propensa a las alianzas en el campo económico y neutral en el campo político. Podríamos decir que la posible causa de su “hiperactividad” en las relaciones económicas (es clave anotar que este mes realizó un seminario comercial con Viet Nam en el que participaron cerca de 200 empresas de ambas naciones. De este seminario sacan provecho los dos, y aunque para la India podría parecer una alianza menor es justo decir que no lo es así pues hay que observar el grado de desarrollo de la economía Vietnamita) se debe a su paulatino crecimiento económico, en buena parte busca fortalecerse para enfrentarse al comercio de la Unión Económica Europea y a los Estados Unidos, aunque ya ha escalado una posición frente a otros países convirtiéndose, junto a Sudáfrica y Brasil, en socio económico del grupo europeo. Pero de lograrlo, ¿Qué ganaría India superando a la UEE y a Estados Unidos? Es obvio: Mayor influencia en el ámbito mundial. Otra de las razones claras que posee la India para fortalecerse económicamente es sostener a su creciente población, gran parte de la cual permanece aún en la pobreza.
Nos hemos referido a la India como una “potencia emergente”. Ahora revisemos cómo está enfocada su política exterior hacia otros países que tienen la misma categoría, como por ejemplo Brasil o Sudáfrica. Hemos observado que las relaciones de la India con estos países se ha transado en un clima de cooperación, más aún cuando gobiernos como los de Sudáfrica y Brasil coinciden con India en darle prioridad a temas como: la promoción de la democracia, la paz y la estabilidad; el desarrollo sostenible; la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad social a niveles nacionales e internacionales. No siendo esto suficiente existe otra característica que comparten estos tres países: Todos son grandes países democráticos que cuentan con un pluralismo de culturas, religiones, razas e idiomas, y que por lo tanto tienen que afrontar problemas internos similares. A esto sumémosle que no es poca la cooperación en temas tecnológicos que la India sostiene con Brasil, a cambio el país suramericano coopera con India en temas agrarios y de sostenibilidad alimenticia.


[1] PEARSON Y ROCHESTER. Descripción del comportamiento de la política exterior: ¿Qué hacen las naciones-Estado?

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